LA GENTE DEL SAHEL
El
Sahel tiene pocos recursos naturales y la sequía
es una característica de vida común. Por siglos,
la gente ha desarrollado estrategias para afrontar
el severo clima y la tierra árida, pero en décadas
recientes, muchas de estas estrategias se han
abandonado en nombre del desarrollo y la gente se
ha hecho dependiente de cosechas para
comercialización, incluyendo los cacahuates,
nueces y ajonjolí. Durante las décadas de los
setenta y los ochenta, la gente de Sahel pasó por
una sequía y hambruna de escalas sin precedencia,
las cosechas comerciales fracasaron y miles de
gentes murieron.
Desgraciadamente para la gente de Burkina Faso,
estas condiciones se han ido arrastrando hacia el
sur, amenazando en convertir la tierra agrícola en
desierto. Los granjeros de todas partes dicen que
la lluvia es menor que cuando eran niños y que la
época de lluvias es más corta. Los registros de
precipitación pluvial confirman estas afirmaciones.
Los pastores nómadas hacen buen uso de estas
difíciles condiciones, moviendo sus ovejas, cabras,
vacas y camellos a áreas donde se ha recibido la
mayor parte de la lluvia. Las razones por las
cuales estas condiciones han empeorado no están
del todo claras. Algunos científicos creen que el
clima del mundo está cambiando, lo cual ha llevado
a una expansión del desierto del Sahara y el Sahel.
Pero también parece cierto que la deforestación ha
desempeñado un papel importante, ya que los
agricultores han devastado terreno para sus
cosechas y quitado árboles para quemar la leña
como combustible. Sin árboles y plantas para
protegerlo, el suelo es arrastrado en la época
seca por los calientes vientos del este y
depositado en los ríos durante la época de lluvias.
La tierra desnuda refleja el calor del sol,
reduciendo las nubes y posteriormente reduciendo
la oportunidad de lluvias.
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